jueves, 5 de diciembre de 2013

35 años después, la reforma sería la mejor celebración

El 9 de julio de 2012 en la Comisión Consultiva para nombramientos de los magistrados del Tribunal Constitucional y de cinco vocales de la Junta Electoral Central, el portavoz del Partido Popular sr. Gómez de la Serna, acusó a la portavoz  de UPyD, Rosa Díez, y por ende a todos los que pertenecemos a este Partido, de permanecer extramuros de la Constitución. (enlace: http://www.youtube.com/watch?v=P6dKKK5-AvU )
 
El motivo fue que UPyD ,como recientemente con el CGPJ,  no iba a participar en la farsa y pantomima de nombrar a magistrados del poder judicial desde el poder legislativo.
 
Los dos viejos partidos se han preocupado de extender el tabú en la sociedad española de que quien propone la reforma de la Constitución, quien urge a la regeneración democrática y a la renovación de lo que no funciona sobre la base de nuestro Estado, quien públicamente apunta sus deficiencias que afectan a la credibilidad que los ciudadanos hoy pueden tener en el mismo, está fuera de la Constitución, pretende "derrocar el sistema" o no es amigo de la democracia.
 
Pués NADA MÁS LEJOS. Hasta la propia reforma es identificada y tipificada por el propio texto de la Carta Magna.
 
35 años después muchos celebramos vivir en democracia y disponer de una Constitución que lo garantice, pero de la misma forma es necesario apuntalar el edificio, es necesario pasar esa barrera de bloque bipartidista y lograr un nivel más alto y exigente de transparencia y separación de poderes.
 
Hace falta un poder judicial independiente. Hace falta un poder legislativo y ejecutivo diferenciado desde las urnas, para que uno sea mecanismo de control del otro.
Hace falta otra LEY ELECTORAL que garantice una mayor igualdad de los españoles en lo más elemental que es el VOTO.
Hace falta reformar el Senado, hace falta una estructura de pais que garantice la igualdad y la no diferenciación entre españoles según el lugar en el que hemos nacido.
Hacen falta elementos cohesionadores como la Educación y la Sanidad, desde la igualdad garantizada por el Estado, en el propio texto constitucional.
 
Pero es que además de todo eso, hacen falta también concordia y coraje para acometer todas esas reformas y muchas más que están pidiendo esta ciudadanía del siglo XXI. Eso no nace de la inspiración o de dejar pasar el tiempo.
 
Ese es el espíritu que estamos deseando escuchar y ver con hechos los ciudadanos. Esa es la regeneración y el impulso democrático que necesitan los millones de españoles que quieren combatir esta realidad y de igual forma, creer en un futuro mejor desde los orígenes, desde la base.
 
Por tanto, en mi opinión, la mejor forma de celebrar los 35 años de Constitución y la mejor forma de creer en la democracia, es reformarla, renovarla, regenerarla, para no dejarla caer, hacerla cumplir y cumplirla e involucrar a todos los ciudadanos en un nuevo texto DE TODOS, que induzca a un camino real de democracia y de participación ciudadana desde la igualdad, la libertad y la separación de poderes.
 
Lo que está extramuros de la Constitución, ES NO HACER NADA POR LA DEMOCRACIA.
En eso, los mismos de siempre también coinciden.