viernes, 11 de noviembre de 2011

Admiro tu paciencia para aprender. Nos lastiman los detalles, sin saberlo. Nos sometemos a estar muertos. Todo camino comienza en el cerebro, todo pálpito salpica sangre y sentimiento. Toda etiqueta ensucia el pensamiento. Toda luz proviene de un fuego.

Admiro tu sóla honradez de ser sincero. Cuando contemplas una piedra, no ves vida porque no conoces su efecto. Cuando apartas las cortinas de lo que nos dejan saber, aparece el viento. Observamos y no contemplamos, nos miramos y no descubrimos nada. Quizá conceptualizamos limitando el entendimiento.

Admiro tu quietud, tu ingenuidad, tu respeto. Ningún círculo tiene un comienzo. Antes de existir como seres humanos ya existía lo vivo y lo muerto. No somos un lienzo, le dijo el pintor al pincel, al blanco y al negro.....

Admiro que sigas de pie, cuando todo está cayendo.....

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