martes, 20 de noviembre de 2012

Ventaja Comparativa

Hace un año de las últimas elecciones generales y parece que hace un siglo.

Las principales reformas llevadas a cabo por el Gobierno no han dado su fruto. Además la ciudadanía ha perdido todo estímulo o esperanza en la clase dirigente y confunde yá política con PPSOE, corrupción con banca y crisis con sociedad enferma.

No existe una reforma laboral profunda que permita sentar los cimientos del progreso en el futuro y acorte la sangría de parados y dramas familiares y personales que van parejos a dicha situación.

Los engranajes de manipulación de este sistema bipartidista son prolongados y se extienden por medios de comunicación que crean una corriente de que no hay otra esperanza que la poltrona pepera y el desastre en el barco socialista como si no hubiera otras opciones, para terminar de resignar a jóvenes y adultos, que renuncien a ir a votar en las próximas elecciones y sigamos asistiendo al voto "clásico y bipartidista" de la tercera edad, para seguir sumidos en este valle de lágrimas totalmente artificioso.

Las reformas de la Administración y de regeneración democrática (recorte duplicidades, ley electoral, no imputados en listas,.....) brillan por su ausencia, así como la lucha contra el fraude y la corrupción.

La reforma de la organización territorial del Estado, estableciendo competencias y trazando un gran pacto de Estado contra el independentismo no se quiere hacer por la pesadez de la mochila que cargan PP y PSOE.

No existe crédito a las familias, mientras asistimos como se rescata a quien ha creado y generado la crisis sin ningún tipo de reforma, ni de ley hipotecaria, ni de financiación de los partidos y  mucho menos, creando una economía real y productiva que estimule el crecimiento.

Todos estos ingredientes nos hace pensar que en España tenemos una ventaja comparativa respecto a los paises de nuestro entorno, en número de políticos atados de manos o totalmente inocuos del sistema bipartidista y que serán y son incapaces de transformarse, de dejar paso, de reconocer que si no se cambian las bases del juego, sólo iremos a peor.

O este país se pone gafas, o seguiremos igual que hasta ahora, no creer en uno mismo es que no crean en tí.


No hay comentarios:

Publicar un comentario